martes, enero 10, 2017

Cenizas (De donde una vez hubo fuego)

Pasaba de la una de la madrugada, es decir, ya era jueves y exactamente han pasado tres años, dos meses sin verse, pero aun quedaban platicas y un cariño del amor que se tuvieron una vez, pero aun con mensajes, tres años era mucho sin verse. El insomnio hizo preso a uno de ellos, revisaba su celular, intentando encontrar algo que lo distrajese o le diera el completo sueño que necesitaba y de repente, reviso esa red social y lo vio conectado, "¿Qué haces a esta hora conectado?", pensó que era una tonteríaquizás le preguntarían lo mismo, el destinatario de aquel mensaje, como respuesta envió una fotografía de un trago, alegando que se encontraba solo en un bar del centro de la ciudad, con temor el remitentetecleo la siguiente pregunta: ¿Quieres que pase por ti?, recibiendo como respuesta un "SI". 

Con un miedo, solo se puso los zapatos, ya que aun seguía con la ropa del día, tomo las llaves de su casa y de su automóvil y emprendió la huida, pensaba hacerlo sin avisar, pero, la madre de este, estaba despierta, venia saliendo del baño, "Lo siento madre, pero tendré que salir, un amigo mío fue asaltado y me esta pidiendo ayuda, no tardare". Aun con la negativa de la madre e incluso un intento de manipulación para que no saliera de casa tan tarde, el joven salió de casa, encendió el motor de su automóvilabrió el portón de su garaje y tomo camino a dicho bar, 1:16 a.m.  

Las calles vacías, no tardaría mucho en llegar al lugar, sus manos al volante temblaban, sentía una extraña sensación, espejeaba, ningún otro automóvil le hacia compañía por aquel larguísimo bulevar, 16% de batería en el celular, por lo mismo, anotó en una hoja de papel el celular del joven del bar, por si su celular llegaba a fallarle y apagarse (como de costumbre), poder llamarle de algún teléfono publico, o ir a la caseta telefónico de aquella famosa tienda de conveniencia, que hay en casi cada esquina de la ciudad. 

Llego a una calle, algo vacía, donde estaba aquel banco, se escuchaba música de los pubs o antros cercanos, estacionó su carro en un lugar prohibido, no hay nadie y solo iré al cajero automático, no tardare, bajo con cuidado del carro, cuido ser no seguido, ya que de verdad la calle estaba sola y pasaban de la 1:20 de la mañana, retiró una cierta cantidad, el cajero le dio un solo billete con el valor de la cantidad solicitada, tomó su tarjeta y el billete y los colocó en su cartera, estaba muy cerca de aquel bar, no haría ni 5 minutos en llegar, los nervios crecían 

Cerca del bar y desconfiando de la carga de su celular, marco "Ya estoy llegando, sal, te espero a fuera, cruza la calle, estaré del otro lado del bar", llegó justo enfrente del bar, una segunda llamada fue necesaria, lo buscaba entre la gente y no lo encontraba, mucho tiempo sin verse, todo cambia, ¿Lo habrá hecho él? 

-¿Dónde estas?, no te veo 
-Estoy aquí 
-Espera, ya te vi 


Y sacando su mano en forma de señal y saludo, se vieron, el muchacho del bar cruzó la calle, subió al automóvil en el asiento del copiloto, sonrió y dijo: "Mi estimado, cuanto tiempo... 3 años y dos meses sin vernos para ser exactos", con la mirada entre el camino, el joven que conducía, volteo y vio aquella sonrisa tan blanca y tan perfecta, que tanto extrañaba ver y le dijo: "¿En serio tienen bien contado el tiempo?" Y le sonrió 

-No sabia que manejaras autos con transmisión estándar 
-Pues, apenas aprendí entre febrero y marzo, es decir, llevo escasos nueve meses manejando, así que tu serás mi juez y veras que tal manejo 
Y ambos rieron y tomaron camino, incluso fueron testigos de un accidente automovilístico, cuando esperaban la luz verde en un semáforo. 

-nunca he manejado por esta zona de la ciudad, así que además de ser juez en mi manera de manejar, serás mi guía 

Un previo acuerdo, los había llevado a tomar camino lejos de todo, de sus casas, de la ciudad, era evidente, la hora, las ganas, tres años, dos meses era mucho tiempo y con una pequeña complicidad y llegando por algo de comer, se enfilaron a entrar juntos a un motel junto a la carretera, estaba por pasar, se volverían a amar.  

El chico que conducía, no lo aparentaba, pero moría de nervios, no sabría si seria sexo, si seria amor, tenia miedo de fallar como la primera vez, tenia miedo de que al pasar, no lo volvería a ver, hablar, pensaba muchas cosas, quien tenia que quitarle la ropa a quien y fue el chico del bar quien tomo la iniciativa, lo beso, y sus caricias empezaron a reconocer el cuerpo del chico que manejaba, poco a poco las prendas fueron cayendo al suelo, los besos del chico del bar, sabían a alcohol que había bebido, algo que excitaba en lo profundo al chico que manejaba, además no le importaba, estaba teniendo de nuevo los besos y después de tres años, a su antiguo amor. 

Completamente desnudos y con sus miembros en erección, se metieron bajo las cobijas de la cama, se abrazaban y se besaban, el chico que manejaba, no lo creía solo sexo, sentía que de las cenizas, brotaba de nuevo un fuego, un fuego especial. Estaba pasando, se estaban amando de nuevo, fueron largas las caricias, los besos, las palabras, las sonrisas y después de un largo y bello momento amándose así, prosiguieron a hacer el amor.  

Al terminar el acto, el chico del bar, se acostó dándole la espalda al chico que manejaba, pasando uno de sus brazos por debajo de él, para quedar abrazados y entrelazo ambas manos a las de su acompañante, como quien busca un refugio, una protección, el chico que manejaba, lo veíasonreía y lo besaba tiernamente por la espalda, en el cabello, en su cuello y dejo dormir a su chico del bar, a su viejo amor con la sonrisa más blanca y bella, con esos dientes de conejo, que tanto extrañaba y esos penetrantes ojos verdes, que lo habían vuelto a mirar, el chico del bar dormía en los brazos del chico que manejaba y así fue por un momento largo, en el que el chico que manejaba lo veía e incluso, llego a llorar, porque se sentía bien, porque fue mejor de lo que había pensado, sentía que no fue sexo, fue sacarle fuego a las cenizas de su amor. 

El chico del bar despertó, giro su cabeza y beso en los labios al chico que manejaba 
-Ya debemos irnos 
-¿Nos metemos a bañar?  
-Si, vamos  

Después de un baño juntos, de jugar con el agua y el jabónreír, más besos, se vistieron, bajaron las escaleras al garaje de la habitación, subieron al carro y se marcharon, el chico del bar había olvidado las llaves de su casa, tendría que saltar la barda de su casa y entrar por la puerta del balcón, al llegar a casa del chico del bar y los ojos verdes, él se despidió del conductor, con un "gracias" y otro beso, el chico que manejaba apagó las luces del automóvil y vio como el audaz chico del bar, escalaba la barda de su casa, ya en el balcón se dijeron adiós y el chico del bar desaparecía por la puerta del balcón de su habitación, el chico que manejaba avanzo un poco y volvió a encender las luces y aunque se perdió un poco en el camino a casa, llego con bien y cayo profundamente dormido, feliz, contento pero a la vez confundido, no sabe si de las cenizas donde hubo una vez fuego, puede volver a encenderse el amor. 

Reseña: DAHMER - Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer

Pues bueno, esta vez me pidieron hacer mi reseña y para no perder la costumbre, empezamos.   Hablare en esta ocasión de: Monster: The Je...