El que se enamora, pierde

Tengo miedo de amarte,
Tengo miedo de extrañarte,
Tengo miedo que te vayas,
Cuando despierte en la mañana.

Me da miedo pedirte que te quedes,
Cuando se supone, que no somos nada,
Cuando no sabría con seguridad,
Si te quedas o te marchas.

Tu cuerpo y el mío se entienden muy bien,
Son los demás quienes no entienden lo nuestro,
Lo disfrazamos, que de trabajo,
Solo somos compañeros,
Amándonos a escondidas,
Madrugadas cortas,
De pasión, horas.

Sol no salgas hoy,
Escóndete en esas mañanas nubladas,
Que nos hace creer que aun es de noche,
Que aun tenemos tiempo,
De seguir durmiendo juntos,
Que aún no es hora, de preparar la tina,
Para amarnos una vez más,
Antes de volver a la rutina,
De volver a las mentiras,
De decir que no somos nada,
Hasta que nuestra mirada nos delata.

Lo nuestro empezó como un juego,
En el cual, querida amiga,
Salimos perdiendo,
Porque creo que te amo,
Como tú también lo estás haciendo,
Cuento las horas para vernos,
Cuando no estás, me masturbo con recuerdos,
Tengo tu aroma por mi cuerpo,
El tuyo desnudo, es lo único que quiero.

Dime, mi querida amiga,
Dime que me amas,
Para llegar de tu mano,
A la oficina en la mañana,
Por qué si esta noche,
Te pido que te quedes,
Que gritemos lo nuestro,
¿Te quedarías o continuarías con este estúpido juego?
En el que evidentemente,
Salí enamorado,
Salí perdiendo.