¿Por qué será que siempre el ser humano tiende
a llevar la contraria?
Oh, bueno, eso es lo que creo. No sé si les ha
pasado, que tienden a ser una persona muy dadivosa y cuando la gente está ahí
dando todo por ustedes, tienden a rechazarlo. Bueno, creo ese es mi caso.
Supongo aquí van a saltar muchos de los lectores, o me van a decir: “¿Cómo es
posible que digas (escribas) eso?” o vayan a salirme con que es inseguridad y
falta de amor propio… y quizás si, quizás tengan razón, toda o mucha razón.
Pero, veamos, no sé por qué contar esto, pero
quizás necesito soltarlo. Actualmente tengo 29 años, 5 meses, y 17 días,
alguien por ahí ya mencionó “crisis de los 30’s”, ¿Pero como? Si todavía me
faltan meses para cumplirlos. El pasado mes de julio, me quedé sin trabajo y
si, busque, mande solicitudes hasta más no poder, tengo una licenciatura e
incluso, llegué a solicitar empleo de personal de limpieza en un motel, pero
nada, y hoy a días de que se acabe el mes de noviembre del 2018, NADA. Cosa que
me ha dado por supuesto, en la seguridad y autoestima, y si, me llegado a
comparar con las demás personas, veo como todos andan de viaje, (gracias
Facebook, Twitter e Instagram) visitando países, de aquí y allá y yo, sin poder
ir a compararme un café al oxxo de la esquina (tienda de conveniencia, por si
no lo conocen), si, yo sé, tengo casa, techo, comida, una familia, que sé que
me apoyan, una pareja que no me suelta, ¡Y claro!, mis amigas y amigos (que
algunos, ya son hasta familia) y pues, salud, que es lo que importa ¿O no?,
pero no dejo de sentirme miserable y que estoy fallando, ¿En dónde me
equivoque?, no lo sé, ojalá pudiera ser más capaz, para identificarlo.
¿Alguna cadena de Hotmail que no envié? Si
rompí algunos espejos, ¿Será eso?, ¿Dios? ¿El cosmos? ¿El universo? ¿El año
chino? ¿Qué?, tenía muchas ideas de niño, que a los 30 años tendría esto y
aquello, (perdóname Edoardo niño, te estoy fallando) y hoy, pues estoy lejos de
tener eso, con lo que alguna vez soñé.
Hace unos días, mi papá decidió sacarme a
platicar, fue una platica corta, pero muy acertada, creo, incluso, las palabras
de mi padre, fueron muy parecidas a las de un señor, amigo y maestro mío, que a
veces, parece también un padre conmigo y fue curioso, si ya dos personas me lo
dicen así, es porque debe ser verdad.
No soy el típico joven de 29 años, me perdí un
poco en el camino, soy divertido si, hago reír y a veces hago bromas pesadas,
pero no soy mucho de salir, prefiero mi casa, un buen vino, los amigos y
platicar. Un libro por las tardes, salir a caminar y el mar. Una buena taza de
té y a veces, de café, pero, no tengo el cuerpo FIT, que muchos tienen y yo
quisiera. Y aquí, citó a mi padre: “Debes empezar por ti, amarte a ti, si tú
estas bien, lo estarás para los demás”…
No escribo esto, con fines dramáticos, ni
llamar la atención, es solo desahogarme y quisiera llamarlo un “Despertar”, y
he aquí algunas conclusiones de tanto pensar:
1. Si,
creo que no me amo. Hasta mi padre me dijo: “¿Dónde está mi hijo el que siempre
sonreía?” No me gusta a veces ser el que soy, ni verme en el espejo, tengo a
veces un carácter, que ni yo me aguanto. No tengo el físico que quisiera tener,
sé que tengo la fuerza para levantarme un día y decir “HOY” y hacer las cosas,
no necesito gym, membresía caras, “Querer es poder”, pero de momento, no
encuentro ese impulso para encontrar “esa” fuerza (que anteriormente mencioné)
y creo, que todo esta en mi cabeza. A
veces, me gusta esconderme.
2. Creo
que es mejor dar que recibir, doy mucho, (a veces, ni por quien lo vale) pero a
veces siento que no soy quien para recibir nada o no estoy acostumbrado, y más
ahora, que estoy luchando por conseguir mis cosas por cuenta propia, quiero
volar sin que me corten mis alas. Sé que hago mal y me castigo mucho, es como
si dentro de mí una voz dijera: “No, tú no mereces esto”. Estoy mal, lo sé,
pero ¿Cómo se hace?
3. Me
da “un no sé” el compromiso, hay una persona a mi lado, demasiado importante,
cursi y amorosa, y yo soy todo lo contrario, (tomando en cuenta el punto 2) a
veces me pregunto: ¿En serio que haces aquí? ¿Por qué estas con alguien como
yo? Y empiezo como a rechazar sus atenciones, su cursilería, su estúpida de mis
humillaciones, producto de mí “vamos a ver”.
4. Creo
que todo esto viene a ausencia de un enfoque mental y físico y le he dedicado
más tiempo a eso, no me gusta, ni siquiera ahora escribirlo, pero es lo que
creo, es mi realidad actual, llegando a creer que es un castigo merecido de
muchas cosas que pasaron tiempo atrás y ahora vengo a pagar mi karma.
No sé, se vale decirme si estoy bien o estoy
mal, porque no sé.
Y veamos, es que en sí, sé cómo por donde debo
ir, sin embargo, no sé cómo empezar, hay demasiada telaraña mental. He querido
no derrumbarme, porque esa es la lección que siempre he dado y seguiré queriendo
dar, “NUNCA DEJARSE CAER”, pero hoy si está costando trabajo, y escribir esto,
me ayude a aceptarlo y ahora si, como se dice, tomar el toro por los cuernos.
Escribir para mi es medicinal, por eso quizás
estés leyendo esto, mi telaraña mental, tenía que ser aterrizada en papel, en
palabras, para poder saber que hacer y por donde darle, no he lastimado a
nadie, quiero pensar. Conclusión: Me debo empezar a amar, dejar atrás miedos y
temores, creérmela, estudiar, picar piedra, dieta y ejercicio y olvidar juicios
propios, aprender que recibir no está mal y que quien me da, amor, tiempo, etc.
Lo da de verdad y no por lastima… y claro,
focus, mucho focus, (enfoque pues).
Les pido perdón si no he sido el hijo, el
hermano, el nieto, el novio, el primo, el sobrino, el amigo ideal estos últimos
meses, perdón por estar ausente, por esconderme, por querer ser fuerte y
valiente y fallar, porque mi mente de Geminiano, me hace pensar mucho y en
silencio, callar, pero ahora podrás leerme… juzgarme o comprenderme.
Dios, perdóname por alejarme, pero gracias por
hacerme perder, ahora solo necesito reencontrarme y contigo reconciliarme.
Escribir para mi es medicinal… lo he dicho
antes, no es un texto normal, es mi reflexión de sanación, ¿Confusa? Lo sé,
pero justa y necesaria… perdón si no es lo que esperabas.
P. D. Lo que viene, conviene.