viernes, marzo 27, 2015

Ausencia

¿Cómo me acerco a ti?
Si anoche me cerraste la puerta,
Si emocionaste a mi corazón, 
Si otro caballero se acerco a tu balcón, 
Robándome en días el tuyo, 
Ese que quizás no era tan mío, 
Pues te fuiste tras él, 
Como un ave aterrizando en su nido.

¿Será solo que estas cansado de volar?

A veces intento descubrir, 
Si me buscas un poquito, 
Acercándome lento, despacio a ti,
Tengo un jueves que cantamos juntos,
Tengo poesía que escribí por ti,
Tengo tus hermosas palabras,
Retumbando en mi sonrisa,
Que al recordarlas se escapa,
Te tengo a ti,  tengo tus cartas,
Tengo tu amor intacto,
Tengo este nuevo poema, 
Que a un mes de no estar aquí,
Enamoraste a mi tinta, 
Para poderlo escribir.

¿Qué pasara por tu mente mientras tú pasas por la mía?
¿Tu nuevo amor ya te habrá dicho “te amo” hoy?
¿Habrás sonreído?
¿Habrás tenido calor? ¿Habrás tenido frío?
¿Quién habrá sido tu primer pensamiento al despertar?
Tantas preguntas, pocas respuestas,
Tantas cuestiones, demasiada ausencia. 

La luna llena de esta noche, 
Tiene tu nombre, tu rostro y tus apellidos, 
Y la aurora boreal,
No hace otra cosa más que echarse a llorar,
Le estamos fallando la promesa,
De irla a visitar.

Es mejor que deje aquí mi poema,
No quiero confundirme más,
Confío en que el tiempo enseña,
Y también a olvidar,
Doy la media vuelta,
Sonrío y me pongo a caminar.

jueves, marzo 12, 2015

Solo tengo siete años

Desde la ventana en la que hoy te escribo esa misma por la cual te mire tantas veces cuando llegabas del trabajo. La pelota en jardín está en el mismo sitio donde la dejamos la última vez, no se mueve, no hace nada, le faltamos tú y yo.
Hoy solo mi madre me ha preparado un traje de color negro y aunque yo no entienda debo vestir así, dicen que es la ropa que debo usar para tu ausencia, pero ¿Qué es ausencia?

Anoche ya no te vi volver me quede despierto hasta tarde y tú no llegaste, mi madre sin decir nada,
Solo me acaricio la mejilla y camino a su habitación y aunque yo no entienda, se que quería llorar.
Nadie dice nada, ni una sola expresión y ¿Tú dónde estás?

Sé que solo tengo 7 años, pero necesito que me digan que es lo que está pasando, la gente camina lento, abrazan a mi madre, me abrazan a mí pero no me dicen nada pero, ¿Y tú donde estas?

Corrí a buscarte a mi habitación y el cuento que me leías está esperando la vida de tu voz con la que despiertas mi imaginación, pero, no, tampoco ahí estabas.
Te fui a buscar junto a mi bicicleta, decías que ya era tiempo de que podría solo sin que estuvieras sosteniéndome, pero tampoco estabas. En mis dibujos de la escuela, escondido en el closet, en tu estudio, en el cuarto de películas, pero en ninguno de estos sitios te encontré.

Hasta que te vi llegar, venias con mis tíos y tus mejores amigos, pero ¿Por qué te escondes en esa caja negra? ¿Por qué presiento que la pelota y el cuento jamás se moverán de lugar? ¿Por qué presiento que ya no estarás en los lugares que te he ido a buscar? ¿Por qué este último beso te lo tengo que dar a través de este cristal? Papá solo tengo siete años, ¿por qué te vas?

martes, marzo 10, 2015

Volver (Crónica de un adicto)

No sé donde he dejado mi coche, en fin, creo que eso ya no importa.
Me he quedado en este lugar toda la noche, lo vi llenarse al igual que lo he visto vaciarse, al igual que mi copa, que no sé cuantas ya bebí.

No hubo más remedio que pedirme que amablemente me retirara, salí y busque las llaves, tenía mi teléfono móvil, la cartera aunque ya vacía, mi chamarra de cuero preferida, pero no estaban mis llaves y estoy demasiado alcoholizado como para tener aun capacidad de en esta oscura madrugada encontrarlo, - ¡Bah! Mañana vengo por el. Si es que lo logro recordar, si es que llego a casa, si es que amanezco mañana.

zigzagueando como un potro recién nacido y quizás con la gracia del divino he llegado a casa, sorprendido de que sin recordar nada lo he logrado, espero que mis vecinos no vean, pero la puerta trasera siempre está abierta, por si un día como este, me quedo afuera pasar sin problemas. Me arrastro como puedo por las escaleras, llegue corriendo a la taza del baño, ¿Vomitar u orinar? no sé qué hacer primero.

Llego a mi cama, me quito la ropa frente al espejo y hago mi propia película pornografica, donde yo soy el protagonista y el único actor. Mi cuerpo desnudo me incita a la risa, reviso mi cajón, ya me he acabado todo, pastillas, hierbas, cigarros, no hay nada más y mi cartera vacía y ya no quiero bajar a la cocina. Me dejo caer en la cama el abanico en el techo me hipnotiza, tengo taquicardia, mi respiración se acelera,

- ¡Quiero ruido, quiero ruido! ¡Silencio vete, vete!

Se me olvido cerrar la ventana, la luna observa mi desnudez y el silencio pasa sin invitación, la soledad y la melancolía se apoderan de mi ser y el llanto aparece.
No hay consuelo, no hay nadie, solo el agua fría y mi tina, en la cual me refugio dejando que el agua cubra mi desnudez, mis manos, mis oídos y el agua con su ruido, no me deja escuchar que lloro peor que un niño.

¿Dónde me perdí? ¿Habrá sido en el mismo lugar donde deje mi carro y como quinientos pesos de alcohol? ¿Habrá sido el día que perdí la libertad y me hice dependiente de todas mis drogas? No sé, no sé, solo sé que a veces quiero comprender cómo volver.

Reseña: DAHMER - Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer

Pues bueno, esta vez me pidieron hacer mi reseña y para no perder la costumbre, empezamos.   Hablare en esta ocasión de: Monster: The Je...