Desde la ventana en la que hoy te escribo esa misma por la cual te mire
tantas veces cuando llegabas del trabajo. La pelota en jardín está en el mismo
sitio donde la dejamos la última vez, no se mueve, no hace nada, le faltamos tú
y yo.
Hoy solo mi madre me ha preparado un traje de color negro y aunque yo no
entienda debo vestir así, dicen que es la ropa que debo usar para tu ausencia,
pero ¿Qué es ausencia?
Anoche ya no te vi volver me quede despierto hasta tarde y tú no
llegaste, mi madre sin decir nada,
Solo me acaricio la mejilla y camino a su habitación y aunque yo no
entienda, se que quería llorar.
Nadie dice nada, ni una sola expresión y ¿Tú dónde estás?
Sé que solo tengo 7 años, pero necesito que me digan que es lo que está
pasando, la gente camina lento, abrazan a mi madre, me abrazan a mí pero no me
dicen nada pero, ¿Y tú donde estas?
Corrí a buscarte a mi habitación y el cuento que me leías está esperando
la vida de tu voz con la que despiertas mi imaginación, pero, no, tampoco ahí
estabas.
Te fui a buscar junto a mi bicicleta, decías que ya era tiempo de que
podría solo sin que estuvieras sosteniéndome, pero tampoco estabas. En mis
dibujos de la escuela, escondido en el closet, en tu estudio, en el cuarto de
películas, pero en ninguno de estos sitios te encontré.
Hasta que te vi llegar, venias con mis tíos y tus mejores amigos, pero
¿Por qué te escondes en esa caja negra? ¿Por qué presiento que la pelota y el
cuento jamás se moverán de lugar? ¿Por qué presiento que ya no estarás en los
lugares que te he ido a buscar? ¿Por qué este último beso te lo tengo que dar a
través de este cristal? Papá solo tengo siete años, ¿por qué te vas?
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