El día amaneció soleado,
Tan bueno, como para desperdiciarlo,
Aun no ha llegado la primavera,
Pero parecía que yo estuviera en ella,
El pasto fresco, recién podado,
El aire fresco, visitando,
Un completo silencio,
De esos que no dan miedo… y de pronto se detuvo el tiempo.
Parado yo en ese momento,
En ese armonioso silencio,
Me detuve a mirar,
Me detuve a observar,
Mire lo que hoy, pocos se detienen a mirar,
Como la vida pasa,
Casi enfrente de nosotros,
Casi enfrente de nuestros ojos,
Pero no somos capaces de admirar,
Observe un cielo azul, que siempre esta arriba,
Que se nos olvida,
Al creer que somos lo mas alto,
Observe un mundo dormido,
Humanos caminando recto y sin rumbo,
Observe como el vecino, olvido decir “buenos días”
Observe como el patrón, olvido decir “por favor”
Observe como hoy se llora de tristeza y no de alegría,
Y escuche como hoy hay gritos, en vez de risas.
Parado yo en ese momento,
Quede helado por este descubrimiento,
En ese instante que se me detuvo el tiempo,
Llegaste tu, mariposa,
Volando a mi alrededor,
Ibas de arriba abajo,
De un lado al otro,
A veces parecía que a mi te acercarías,
Para darte una caricia,
No solo te mire, estoy seguro que también te escuche,
Escuche tu risa, el placer de estar viva,
Mi mente me emociona al imaginarme que acabas de salir del
capullo,
Que vuelas de tal manera emocionada,
Haciendo que tus alas conozcan el viento,
Conociendo todo nuevo,
Haciéndome creer que agradeces el momento,
Cosa,
Que muchos ya no hacemos,
Hasta que en verdad se nos detiene el tiempo.
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